viernes, 6 de mayo de 2011

Hidratación



Un ser humano puede vivir varios días sin alimentos, pero solo puede sobrevivir unos pocos días sin agua. Esta se distribuye en nuestro organismo en dos compartimentos: el intracelular (el agua que esta dentro de las células) y el extracelular (la que esta fuera de ellas). Regulada por fuerzas osmóticas, generadas por proteínas y sales minerales.
En reposo la ingestión de agua es semejante a la expulsión de la misma. La ingestión depende del agua consumida con los alimento, líquidos que bebemos, más el agua metabólica (producto de deshecho de los procesos metabólicos).
Durante el ejercicio la producción de agua metabólica se incrementa con el aumento del metabolismo energético. Así también la pérdida de agua durante el ejercicio aumenta debido al mayor calor del cuerpo, ante esto nuestro organismo comienza a sudar (perdiendo más agua) para tratar de disipar el calor. El sudor se transforma en la vía más rápida de pérdida de agua durante el ejercicio.
Cuando falta agua, disminuye la capacidad de rendimiento. Toda pérdida de agua no repuesta trae alteraciones que lleva no sólo a la disminución del rendimiento físico sino a un cuadro grave como el golpe de calor.
Una pérdida del 2 % del peso corporal reduce la capacidad de rendimiento en un 20-30 %. La pérdida de líquido depende del grado de intensidad, el tiempo de duración del ejercicio, la temperatura y humedad del ambiente y las características del ambiente. Al aumentar el ritmo de entrenamiento, la transpiración se vuelve más hipotónica, de modo que la cantidad de minerales en el sudor es menor que en la sangre, pero no sucede lo mismo para todos los minerales sobre todo para el POTASIO Y MAGNESIO.
La falta de potasio trae como consecuencia debilidad muscular, desgano general, apatía, somnolencia, mientras que la falta de magnesio producirá espasmos musculares, calambres, rigidez muscular.
Existe el hábito de hidratarse antes, durante y después del ejercicio solamente con agua. Si se bebe solo agua, no solo tiene dificultad para absorberse rápido, tiende a eliminar rápidamente por orina y no reponemos los minerales que se van perdiendo por el sudor.
Pero si se bebe agua más electrolitos (sales minerales) e hidratos de carbonos, el cuerpo se rehidrata mejor y tiende a una mejor recuperación del volumen de sangre.
Es importante recordarle al ciclista que no debe guiarse por la sensación de sed, ya que esta se presenta cuando las células musculares han perdido gran porcentaje de agua.
Los distintos tipos de hidratos de carbono nombrados anteriormente, pueden encontrase en Suplementos Nutricionales, presentados en forma de polvos listos para reconstituir con agua. Estos Tienen como fin garantizar al deportista una óptima hidratación antes, durante y después del ejercicio intenso, ya que estos nos proveen de los nutrientes esenciales (hidratos de carbono, minerales y agua).

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